jueves, 18 de octubre de 2012

La Soja

La soja es una planta que requiere muchos cuidados, tanto antes de plantarla como durante su crecimiento y maduración de los granos. Se obtienen grandes rendimientos si se realizan varios procesos importantes para su buena cosecha. Además la soja tiene grandes utilidades, sobre todo en cuanto a proteínas, también se utiliza en el campo de la medicina

Para el 2020, la expansión del cultivo de soja amenaza con destruir cerca de 22 millones de hectáreas de bosques y de sabanas en América del Sur, un área de una superficie parecida a la del Reino Unido. Según un estudio encargado por WWF/Adena, gran parte de dicha destrucción podría evitarse si el cultivo de la soja se hiciera en los pastizales existentes y se alternara con la crianza de ganado.

Hay dos escenarios sobre la expansión de la producción de la soja en América del Sur, en los últimos diez años el área de cultivo de la soja se ha visto duplicada en los principales países productores como Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Las exportaciones de soja de ciertos países ha sido estimulada por la demanda de la Unión Europea y China, en donde dicho grano se usa para alimentar a cerdos, gallinas y ganado.
El informe señala que durante los años 70 y 80, las plantaciones de soja ya contribuyeron a que casi desaparezca el Bosque Atlántico en el sur de Brasil y en el este de Paraguay. En forma similar, millones de hectáreas del Chaco de Argentina y del Cerrado de Brasil –las sabanas de mayor diversidad del mundo y hogar de muchos animales que habitan solamente en América del Sur tales como el oso hormiguero, el jaguar y el lobo de crin o gargantilla– ya han sido convertidas en plantaciones de soja.

El estudio dice que se espera que en los próximos 20 años la demanda de la soja aumente en un 60 por ciento, lo cual podría propiciar una pérdida de unos 16 millones de hectáreas de las sabanas y 6 millones de hectáreas de los bosques tropicales de la región. Pero, de acuerdo con WWF/Adena, lo la destrucción de habitat naturales podría reducirse considerablemente –a unos 3,7 millones de hectáreas– si los productores de soja alquilaran los pastizales de los ganaderos y promovieran una rotación que combine el cultivo de la soja y la producción ganadera.


La acción humana ha modificado las praderas que, en su mayoría, se han convertido en terrenos destinados a la producción de trigo, soja, maíz y otros cultivos de gran importancia económica.


A fines de la década del 70, hubo un aumento en la superficie sembrada y

la producción, comenzó un proceso de expansión agroindustrial. El sector


aceitero aumenta 39 veces el volumen de exportaciones, entre los


periodos 70/71- 95/96, mientras que la exportación de harina de soja


aumenta 45 veces en el mismo lapso.



Año tras año, la frontera agropecuaria, al igual que la ganadería extensiva, siguen
expandiéndose en forma progresiva, siendo los principales motores de la
degradación de los ecosistemas

La situación de la región del Espinal es realmente preocupante: sólo contamos con aproximadamente 2.656.747 hectáreas.
La mayor expansión de la producción mundial de soja viene ocurriendo en un área casi continua de América del Sur, pues abarca gran parte de los territorios de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. En
todos esos países crece igualmente la presencia de grandes empresas multinacionales en los segmentos
de la comercialización y de la industrialización y, usualmente, también en la producción de semillas y la financiación de la producción del grano. Gran disponibilidad de tierras apropiadas y baratas para el cultivo
de la soja, abundancia de agua y bajo costo de la mano de obra, junto a débiles controles ambientales de
parte de los gobiernos, son los principales factores que hacen del Cono Sur de América del Sur un área
preferencial para su expansión.

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